¿Cuál es la posición de la religión judía en cuanto al almacenamiento y utilización de las células madres para regenerar órganos de individuos o de sus familiares?
Esta misma pregunta se extiende a muchas otras prácticas que se llevan a cabo actualmente, gracias a los adelantos de la medicina y la ciencia. Dentro de esta tendencia, está también la clonación de animales con el fin de crear órganos para futuros trasplantes a seres humanos, o la investigación de los genes y del ADN para detectar enfermedades y prevenirlas, entre muchos otros descubrimientos y desarrollos.
Sin entrar en cada uno de estos casos a detalle, podría decir que, como regla general, todas esas prácticas se permiten, siempre y cuando sean para mejorar la salud y la calidad de vida, o bien, para tener una fuente de órganos para salvar vidas. De hecho, en esos casos, no solamente se permite, sino que se considera un mérito el utilizar nuestro libre albedrío para buscar todos los recursos a nuestro alcance como aportación a mejorar la salud.
Lo que no es correcto, de acuerdo con nuestra religión, es entrar en este terreno para solamente experimentar o para descubrir qué sucede, meramente como curiosidad. No se debe alterar la naturaleza del ser humano. Incluso no se debe experimentar con un animal, causándole sufrimiento, a menos que, como ya dijimos, sea con el fin de contribuir a salvar la salud del ser humano.