Hablemos sobre el Kadish

Tengo entendido que el Kadish es un recital de alabanza a D’os. Si es así, ¿Por qué se dice cuando uno pierde a un ser querido?

Ciertamente, el Kadish se estableció como un himno de alabanza al Todopoderoso. Es tan elevado y sagrado, que no puede ser recitado a menos que sea frente a una congregación compuesta por un quórum de mínimo diez hombres mayores de trece años. Esto se debe a que el recitar algo tan importante en privado sería como reducir el respeto y santificación del nombre de D’os. Así como podemos entender que no se entona el Himno Nacional, rindiendo honores a la bandera, cuando uno está solo.

Pero para ser precisos, el Kadish no se estableció de primera instancia para que lo recitara el familiar del difunto. En realidad esa costumbre tiene sus orígenes desde los tiempos del gran y famoso sabio Rabí Akivá, hace alrededor de dos mil años, pero el Kadish ya existía desde mucho tiempo antes. Así que para responder la pregunta explicaré lo siguiente: una de las razones por la cual se adoptó la pronunciación del Kadish cuando alguien fallece, es porque la muerte de una persona representa, para los familiares que le sobreviven, un acontecimiento muy duro en el que, si se dejan llevar por el dolor de forma extrema, podrían quejarse contra D’os o rebelarse contra Él por haberse llevado a su familiar. Nosotros, que somos creyentes, sabemos que el Creador sabe lo que hace y que todo, absolutamente todo lo que sucede, tiene una razón de ser. Tenemos la fe de que las cosas que pasan siempre son para bien, aunque no necesariamente lo entendamos. Y para demostrar, precisamente, esta fe, es que recitamos el Kadish.

Es decir, si una persona, en ese momento de dolor, tiene la fortaleza para levantarse y proclamar públicamente “Yitgadal, veyitkadash shemé rabá…” (“que sea enaltecido y santificado el nombre de D’os…”), está demostrando que tiene la fe bien arraigada. Y debido a que son los padres en quienes recae la responsabilidad de haber inculcado a sus hijos la fe en D’os, cuando éstos recitan el Kadish el mérito se le acredita precisamente a ellos, a los padres. Los hijos confirman así que están listos para continuar con la fe que absorbieron de ellos.

Otra razón por la cual se recita esta sagrada plegaria cuando muere un ser querido se debe a la idea de que todos los individuos que viven en este planeta, tienen una misión única por cumplir durante su vida. Parte de esa misión es la santificación del Nombre Divino, que se logra por medio de buenas acciones. Por lo tanto, cuando alguien muere, queda un vacío espiritual que prácticamente es muy difícil de llenar, y la santificación del nombre del Creador se ve “disminuida” por la ausencia de esta persona. Así que al momento de recitar el Kadish por esa persona, pedimos que “se engrandezca y se santifique Su nombre”, y lo hacemos precisamente en nombre de quien se ausentó y ya no lo puede hacer en este mundo.

 

¿Todos los Kadishim son iguales?

Existe un Kadish básico que es el llamado “Jatzí Kadish”, que consta de cinco amenim y que se recita en diferentes momentos durante el rezo. También está el “Kadish Titkabal” que lo lee solo el jazán al concluir la Amidá, y que tiene como propósito pedirle al Creador que reciba nuestras plegarias con buena voluntad. Por otra parte, el “Kadish Yehe Shelamá”, el cual es también llamado “Kadish Yatom” (debido a que básicamente se le daba la oportunidad a algún abel para recitarlo); éste se dice después de haber leído partes de la Torá escrita (el Tanaj). Por último, existe el “Kadish Al Israel” o “Kadish DeRabanán”, que se recita al terminar de leer o estudiar partes de la Torá oral.

 

¿Por qué está en arameo?

Una respuesta simple y concisa es que el arameo era el idioma hablado por la mayoría de la gente en la época en que se estableció el Kadish, y por ello fue elegido por los sabios al momento de redactar este rezo.

Otra explicación más profunda es que el ser humano posee un nivel espiritual más elevado que los ángeles, el cual se refleja precisamente al recitar esta sublime alabanza. Es decir, los ángeles solamente pueden alabar y cantar a D’os en tiempos definidos, utilizando palabras específicas y solo en contadas ocasiones, debiendo contar con previa autorización de la Corte Divina para hacerlo. En cambio, el ser humano tiene el privilegio y la posibilidad de cantar y alabar al Creador varias veces en el día. La recitación del Kadish en particular, por el hecho de ser una plegaria tan excelsa, podría despertar la “envidia” de los ángeles celestiales al verse incapacitados de alabar al Todopoderoso de esa forma tan sagrada. Por ese motivo y para evitar despertar en ellos este sentimiento negativo, el Kadish se recita en arameo, un idioma desconocido por los ángeles.

 

Si mis padres viven, ¿puedo decir Kadish?

Esta es una pregunta muy interesante y ciertamente la respuesta es: sí. Como explicamos anteriormente, el Kadish no está dirigido específicamente para cuando alguien muere, y si ponemos más atención a las palabras incluidas en este rezo, nos daremos cuenta que no se menciona ninguna palabra relacionada con la muerte. Así que, halajicamente, no hay impedimento para que una persona cuyos padres todavía viven, recite el Kadish.

Sin embargo, en ocasiones el impedimento llega desde otro punto. Como la creencia popular es de que solamente aquéllos que perdieron a sus padres u otros familiares recitan el Kadish, muchos padres podrían sentirse incomodos y/o agredidos al ver que su hijo recita esta plegaria, estando ellos aún vivos. En un caso como este, si el hijo recitara el Kadish estaría causando un agravio a sus progenitores, lo cual está prohibido, pues la Torá dictamina el honor a los padres (y esto incluye el no causarles sufrimiento). Cabe aclarar que si los padres se lo permiten, el hijo tiene permitido decir el Kadish en vida de sus progenitores.

 

Si alguien falleció sin dejar hijos, ¿tiene sentido que un tercero diga Kadish en su memoria?

Claro que sí. Como explicamos anteriormente, uno de los propósitos del Kadish es llenar el vacío espiritual que dejó el fallecido y despertar a la gente a engrandecer el nombre y el honor de D’os mediante la realización de buenas acciones. Esta labor la puede llevar a cabo un tercero cuando no hay hijos que la hagan. De hecho, algunas personas suelen contratar a un tercero para que se comprometa a decir Kadish por su familiar durante el año posterior al fallecimiento.

 

¿Puede una mujer decir Kadish?

Aunque no es nuestra costumbre, la ley autoriza que la mujer recite el Kadish en caso de que no hubiera hijos varones que digan esta plegaria por sus padres (siempre y cuando lo haga cuando el rezo se lleva a cabo en la casa con un quórum de diez hombres mayores de trece años y no en la sinagoga); así lo dictaminó el gran maestro Rab. Ovadia Yosef Z”L.

Cabe recalcar que nuestra costumbre de no llevar a cabo esta práctica en la sinagoga, no es una cuestión de marginación o discriminación hacia la mujer, ya que en realidad acorde al judaísmo la mujer se encuentra en un nivel más elevado que el varón, y es ese mismo nivel el que la excluye de participar en muchos preceptos y rezos. Puesto que los preceptos de la Torá tienen como propósito llevar al individuo a la perfección, y ya que la mujer viene al mundo con un nivel espiritual más elevado, requiere de menos preceptos para alcanzar el nivel ideal. Y en vista de que la mujer no tiene obligación de participar en esos rezos, tampoco tiene la posibilidad de decirlos para la congregación ya que para poder fungir como emisario u oficiante de la congregación, es necesario tener la misma obligación que los oyentes, y en este caso la mujer no la tiene. Al igual que como un varón menor de trece años, no puede participar como oficiante en la sinagoga.

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