Hoy en día tenemos tanto material escrito e impreso, con contenido judaico, y a veces no sé qué hacer con él. ¿Cómo saber si puedo desechar un material, o si requiere ser entregado a la guenizá?
El término guenizá significa literalmente “resguardado”. La idea detrás de una guenizá es preservar los materiales que, por su contenido, son sagrados, ya que contienen nombres de D’os, o versículos textuales de la Torá (en hebreo). A las guenizot se les entierra, precisamente, para no faltarle al respeto a ese carácter sagrado de los materiales, de la misma manera como se hace con el cuerpo de una persona fallecida; cuando una persona muere, su cuerpo es considerado sagrado y es por eso que no se permite la cremación, sino que tenemos la obligación de sepultarlo en la tierra. La misma idea de respeto al cuerpo humano es la que se aplica a los materiales sagrados.
Cabe aclarar que existe polémica y diferentes opiniones rabínicas acerca de qué textos son los que, obligatoriamente, deben resguardarse en guenizá. Pero todas las opiniones coinciden en que Sifrei Torot o el pergamino de las mezuzot y Tefiín, aunque estén en mal estado, deben forzosamente ser llevados a la guenizá. Ésta es la categoría más estricta. La categoría que le sigue son los libros de rezo y libros de Tanaj impresos, en los cuales está escrito el nombre de D’os completo y en hebreo, los cuales también deben ser llevados, definitívamente, a la guenizá.
Sin embargo, en donde surgen la mayoría de las dudas es en el caso de periódicos, revistas, folletos, boletines, fotos, etc, en donde puede haber un contenido de temas religiosos. Aquí hay que diferenciar, ya que hay algunas variantes:
- Si el objetivo principal del material es informativo, y el tema religioso es meramente complementario (como periódicos o revistas comunitarias), en ese caso no requieren guenizá, a menos que esté escrito el nombre de D’os completo y en hebreo, obviamente.
- Materiales que se producen con una clara intencionalidad religiosa (como hojas que ocasionalmente reparten en el knis con berajot o la perashá de la semana, o los materiales que se reparten para los Sedarim de las fiestas):
- Si contienen versículos de la Torá, completos y en hebreo, y/o el nombre de D’os completo, deben ser llevados a la guenizá, según muchas opiniones.
- Si no contienen estos elementos completos, igual no se deben destruir directamente (ni quemar ni romper), pero sí se permite desecharlos sin destruirlos. De hecho, se recomienda envolverlos con algo que los proteja (como un nylon) antes de tirarlos, para que no se considere que los estamos despreciando.
- Materiales que se producen sin ninguna intencionalidad religiosa, pero que sin embargo contienen fragmentos de versículos de la Torá (como por ejemplo, fotos o invitaciones a bodas o Bar Mitzvot, etc.): aplica lo mismo que en el caso anterior: se pueden desechar sin destruir.
- Materiales electrónicos (fotos electrónicas, videos electrónicos, aplicaciones, hologramas, correos electrónicos, chats, etc.): todo esto se permite borrar.
- Corachas, talitot, tizitziyot, etc: se pueden tirar, pero es recomendable no destruirlos directamente.
Como puede apreciarse, el tema es complejo y muy extenso, ya que aplica a muchos casos distintos. Por lo mismo, ante la duda, siempre se recomienda consultar con una autoridad rabínica competente.